Señores jugadores de River Plate:
Desde este espacio y con todo el dolor del mundo les pido una sola cosa que parece simple, pero para ustedes, hoy por hoy, nada parece simple. Es más, si ultimamente no son capaces de dar un pase bien, no creo que puedan entender esto. Únicamente los hinchas les pedimos, les rogamos, les suplicamos que ¡dejen de manchar la camiseta más gloriosa del fútbol argentino! Su apatía ya superó el límite de lo tolerable y que un grupo de 11 jugadores juegue con estas ganas, con esta actitud (del juego en sí, mejor ni hablar) con esta camiseta, la de River, el club más campeón de la Argentina, el club más importante, el único club del mundo que marcha último y cuyos hinchas exteriorizan el dolor copando y copando canchas. Que ustedes, señores futbolistas jueguen así, da ASCO. No hay otra palabra que resuma mejor lo que ustedes reflejan dentro de la cancha.
Pero no es uno solo. Ya no es Disgusto Fernández, ni Abelairas ni “bocazas” Ahumada. Son todos. Todos y cada uno, los que domingo a domingo obligan a apelar al diccionario de insultos para buscar uno nuevo que refrendarles. Ya no pasa por perder el Superclásico (a la luz del juego que desarrollan, de manera lógica), ni lograr récords absolutos como perder por primera vez con Gimnasia de Jujuy y realizar la peor campaña de la historia del club. Señores futbolistas, piensen esto: River estuvo 18 años sin salir campeón y ninguno de esos planteles tuvo la falta de actitud que muestran ustedes. Muchachos, lograron dejar a River tan abajo como nadie en 107 años pudo. ¿No les da vergüenza?
¡Déjense de joder! Levanten la vista hacia la tribuna y vean como todo un pueblo los apoya, los va a alentar y entiendan de una vez que, al menos, como mínimo, hay que correr y poner firme la patita.
El club está sufriendo una vaciamiento institucional alarmante, pero jamás pensamos que íbamos a verlo tan reflejado en lo futbolístico. Duele, molesta, jode y genera ganas de mandar todo al demonio. Pero son los colores, son la pasión, es la vida que cada uno de los hinchas (esos mismos a los que ustedes no respetan, pero dicen “entender”) le dedica a la gloriosa banda roja. Ustedes tienen el inmenso honor de vestir la gloriosa camiseta de River, la que cualquiera de nosotros moriría por vestir aunque sea cinco minutos. Bueno ustedes la usan todos los domingos, decimos la usan, porque decir la transpiran sería faltar a la verdad. Duele más que pibes del club (Abelairas, Ahumada, Buonanotte, Falcao, solo por citar algunos) no dejen la vida para dar vuelta esto. Se criaron en el club, se formaron en Núñez, son quienes son por esta institución, ¿en serio no pueden hacer algo mejor?
Cuesta creer que Buonanotte se haya olvidado de jugar, que Abelairas no le pegue bien como antes, ¡que Ahumada no trabe más!, que Falcao no sea el goleador que fue en sus inicios. Cuesta creerlo. ¡Están jugando en River, no en el barrio! ¡Dense cuenta de la camiseta que visten! ¡Dense cuenta que atrás de ustedes hay 15 millones de hinchas que se desviven por los mismos colores que ustedes con su apatía futbolística manchan domingo a domingo!. Recién cuando logren asimilar esto podrán entender lo que estamos sufriendo todos los hinchas de River que vemos al club más campeón del país codearse con Gimnasia, con Huracán, con Central, muy lejos de la pelea en el Apertura y complicadísimo en la Sudamericana. Comprendan nuestro sentimiento y ahí entenderán porque los insultos, porque la bronca, no es solo “porque la gente quiere ganar”. La gente también quiere respeto y ustedes, jugando como juegan, se están riendo en la cara del hincha de River. Sino entienden esto, vayan, uno por uno, dejando la camiseta en el vestuario colgadita y váyanse, no nos merecemos unos jugadores como ustedes y ustedes, mucho menos, una hinchada como la de River.
Esto no es algo personal. Es algo que ustedes han ido generando con su actitud en el campo de juego. Si demuestran ganas de cambiarlo, desde este mismo espacio seré el primero en reconocerlos y defenderlos. A ver si nos entendemos, los jugadores y la popular...
Desde este espacio y con todo el dolor del mundo les pido una sola cosa que parece simple, pero para ustedes, hoy por hoy, nada parece simple. Es más, si ultimamente no son capaces de dar un pase bien, no creo que puedan entender esto. Únicamente los hinchas les pedimos, les rogamos, les suplicamos que ¡dejen de manchar la camiseta más gloriosa del fútbol argentino! Su apatía ya superó el límite de lo tolerable y que un grupo de 11 jugadores juegue con estas ganas, con esta actitud (del juego en sí, mejor ni hablar) con esta camiseta, la de River, el club más campeón de la Argentina, el club más importante, el único club del mundo que marcha último y cuyos hinchas exteriorizan el dolor copando y copando canchas. Que ustedes, señores futbolistas jueguen así, da ASCO. No hay otra palabra que resuma mejor lo que ustedes reflejan dentro de la cancha.
Pero no es uno solo. Ya no es Disgusto Fernández, ni Abelairas ni “bocazas” Ahumada. Son todos. Todos y cada uno, los que domingo a domingo obligan a apelar al diccionario de insultos para buscar uno nuevo que refrendarles. Ya no pasa por perder el Superclásico (a la luz del juego que desarrollan, de manera lógica), ni lograr récords absolutos como perder por primera vez con Gimnasia de Jujuy y realizar la peor campaña de la historia del club. Señores futbolistas, piensen esto: River estuvo 18 años sin salir campeón y ninguno de esos planteles tuvo la falta de actitud que muestran ustedes. Muchachos, lograron dejar a River tan abajo como nadie en 107 años pudo. ¿No les da vergüenza?
¡Déjense de joder! Levanten la vista hacia la tribuna y vean como todo un pueblo los apoya, los va a alentar y entiendan de una vez que, al menos, como mínimo, hay que correr y poner firme la patita.
El club está sufriendo una vaciamiento institucional alarmante, pero jamás pensamos que íbamos a verlo tan reflejado en lo futbolístico. Duele, molesta, jode y genera ganas de mandar todo al demonio. Pero son los colores, son la pasión, es la vida que cada uno de los hinchas (esos mismos a los que ustedes no respetan, pero dicen “entender”) le dedica a la gloriosa banda roja. Ustedes tienen el inmenso honor de vestir la gloriosa camiseta de River, la que cualquiera de nosotros moriría por vestir aunque sea cinco minutos. Bueno ustedes la usan todos los domingos, decimos la usan, porque decir la transpiran sería faltar a la verdad. Duele más que pibes del club (Abelairas, Ahumada, Buonanotte, Falcao, solo por citar algunos) no dejen la vida para dar vuelta esto. Se criaron en el club, se formaron en Núñez, son quienes son por esta institución, ¿en serio no pueden hacer algo mejor?
Cuesta creer que Buonanotte se haya olvidado de jugar, que Abelairas no le pegue bien como antes, ¡que Ahumada no trabe más!, que Falcao no sea el goleador que fue en sus inicios. Cuesta creerlo. ¡Están jugando en River, no en el barrio! ¡Dense cuenta de la camiseta que visten! ¡Dense cuenta que atrás de ustedes hay 15 millones de hinchas que se desviven por los mismos colores que ustedes con su apatía futbolística manchan domingo a domingo!. Recién cuando logren asimilar esto podrán entender lo que estamos sufriendo todos los hinchas de River que vemos al club más campeón del país codearse con Gimnasia, con Huracán, con Central, muy lejos de la pelea en el Apertura y complicadísimo en la Sudamericana. Comprendan nuestro sentimiento y ahí entenderán porque los insultos, porque la bronca, no es solo “porque la gente quiere ganar”. La gente también quiere respeto y ustedes, jugando como juegan, se están riendo en la cara del hincha de River. Sino entienden esto, vayan, uno por uno, dejando la camiseta en el vestuario colgadita y váyanse, no nos merecemos unos jugadores como ustedes y ustedes, mucho menos, una hinchada como la de River.
Esto no es algo personal. Es algo que ustedes han ido generando con su actitud en el campo de juego. Si demuestran ganas de cambiarlo, desde este mismo espacio seré el primero en reconocerlos y defenderlos. A ver si nos entendemos, los jugadores y la popular...
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